X-MEN: APOCALIPSIS, estreno el 19 de mayo

A detalle: Cómo, cuándo y el por qué de esta historia

Después de su aclamado trabajo en X-MEN: DAYS OF FUTURE PAST (X-Men: Días del futuro pasado), el director Bryan Singer lleva la franquicia a nuevas alturas con X-MEN: APOCALIPSIS, en la que los X-Men luchan contra el primer y más poderoso mutante —Apocalipsis.


En 1983, el invencible e inmortal Apocalipsis es liberado después de haber estado sepultado durante varios milenios. Furioso porque los de su especie ya no son tratados como dioses, Apocalipsis reúne a un equipo de mutantes poderosos, incluyendo a un desalentado Magneto, para destruir la raza humana y crear un nuevo orden mundial, gobernado por él. Para acabar con el sendero de destrucción global de Apocalipsis, Raven (Jennifer Lawrence) y el Profesor X (James McAvoy) se dan a la tarea de liderar un equipo de X-Men jóvenes en un enfrentamiento épico contra un enemigo que en apariencia es invencible.




APOCALIPSIS AHORA…Y DESPUÉS

El aclamado exitazo taquillero X-MEN: DAYS OF FUTURE PAST fue una película difícil de emular. Además, el objetivo de los realizadores no sólo fue estar a la altura de ese filme, sino también rebasarlo. “Nos enfrentamos ante un auténtico reto al momento de crear una historia que superara DOFP en cuanto a escala y riesgos”, indica el escritor-productor Simon Kinberg, quien desempeñó ambos puestos en ese filme.

Un logro creativo se presentó cuando decidieron que el nuevo antagonista del filme fuera el villano mutante más poderoso de todo el universo de los X-Men. “Apocalipsis representa una amenaza cósmica y ese sentido de escala nos llamó la atención a Bryan Singer y a mí”, añade Kinberg.
Desde luego, el que Singer le haya dado la bienvenida al personaje fue fundamental. Reinventó el género de las tiras cómicas como lo hemos llegado a conocer con el debut de la exitosa X-MEN en el 2000, seguida del exitazo taquillero X2 en el 2003. Con aquellos filmes, y después años más tarde con X-MEN: DAYS OF FUTUREP PAST, Singer fusionó de manera imperceptible el drama, la ciencia ficción y la acción/aventuras; todo ello impulsado por los personajes.
Bryan rompió los anales para traer de vuelta a este increíble mutante de un punto muy distante de la historia”, comenta el productor Hutch Parker. En realidad, mucho antes de que el mundo estuviera consciente de la presencia de mutantes, Apocalipsis gobernaba como un dios. De hecho, “él no se considera a sí mismo un dios, se considera el dios”, comenta Kinberg. “Para un villano, esa idea es muy poderosa. No es una lucha de la humanidad contra los mutantes, como hemos visto en otros filmes; es un mundo que Apocalipsis ha imaginado, donde sólo los fuertes sobreviven”.
Es una amenaza diferente a cualquier cosa que los X-Men hayan conocido”, añade Parker. “Apocalipsis es, además de antiguo, sobrenatural”.


Dada la visión que Apocalipsis tiene de la destrucción mundial, no sorprende que esta sea la película más ambiciosa de los X-Men desde un punto de vista visual. “No sólo estamos viajando por todo el mundo, sino que también estamos hablando del potencial fin del mundo, y quizás del fin del universo”, añade el director de fotografía Newton Thomas Sigel, quien colaboró previamente con Singer en DOFP, X2 y X-MEN, entre otros filmes. Oscar Isaac, quien interpreta a la influyente figura, añade: “El escenario está puesto para una guerra épica entre mutantes y un mega-mutante. ¡La batalla entre los X-Men y Apocalipsis es descabellada!”.
Los cinéfilos obtuvieron un primer vistazo de Apocalipsis en una secuencia después de los créditos finales en DOFP, donde una versión más joven del mutante fue vista construyendo pirámides, de manera telepática, mientras sus subordinados lo observan.

En este filme, después de despertar en El Cairo en 1983 de una hibernación que duró varios milenios, Apocalipsis está impactado y disgustado por el declive de nuestro planeta —los coches, el ruido, la contaminación; todos signos de un mundo fallido que debe ser limpiado. “Es una época de conflicto, guerra y destrucción”, indica Singer. “Apocalipsis ve a esta civilización como una que necesita de manera desesperada una matanza selectiva”.

Su misión: exterminar a los débiles y reconstruirla para los fuertes.
El letargo de cinco mil años de Apocalipsis comenzó cuando la civilización estaba en su cima; su sueño termina cuando está quizás en su punto más bajo. Al haber crecido en la década de los ochenta, Kinberg distinguió cómo quedó marcada por el exceso, como se podía apreciar en los peinados, la moda y los automóviles. “En 1983, Apocalipsis se levanta de la perfección de una cultura antigua egipcia para encontrarse con una cultura sobrepoblada, contaminada y amenazada por una guerra nuclear”, comenta. “Así que su motivación es entendible, aunque sus métodos y objetivos son extremos”.
Oscar Isaac, quien aceptó interpretar a Apocalipsis después de su papel estelar como el heroico piloto Poe Dameron en STAR WARS: THE FORCE AWAKENS (Star Wars: El despertar de la fuerza), se refiere al personaje como nada menos que “la fuerza creativa/destructiva de este planeta. Cuando las cosas parecen que ya no están evolucionando —como sucedió en la década de los ’80— destruye esas civilizaciones”.
El papel requería una yuxtaposición de crueldad y violencia con un tipo singular de humanidad. Es un balance delicado que Isaac interpreta con una habilidad consumada. “Oscar tiene todos los colores distintos que poseen los grandes actores”, comenta Kinberg. Parker añade: “Oscar tiene tal autenticidad e integridad dramática que en realidad es uno de los pilares del filme —interpretar el personaje sobre el cual todo gira”.

RAVEN, CHARLES Y ERIK: ESPERANZA, DESESPERACIÓN Y ARMAGEDÓN
El mundo de 1983 también ha sufrido trastornos en el trato hacia los mutantes. La siguiente etapa de la evolución humana ahora es aceptada por la mayoría de la humanidad —pero no toda— gracias al heroísmo de Raven/Mystique, quien evitó el asesinato del presidente de los EE UU y una guerra entre mutantes y humanos (como se pudo apreciar en X-MEN: DAYS OF FUTURE PAST).

Raven, una mutante de piel azul que es capaz de cambiar de forma, está en búsqueda de su propósito real, así como de la escurridiza auto-aceptación. En los años que le precedieron a X-MEN: APOCALIPSIS, había intentado ocultarse del mundo, evitando su fama como el nuevo rostro de la esperanza y el cambio para un mundo naciente, integrado por mutantes. Se resiste a cargar con el peso de esa etiqueta, y siente que gran parte de su pasado no le garantiza la percepción que el mundo tiene de ella como heroína.
Ahora, Raven está viviendo bajo su propio código y trabaja de manera independiente como una salvadora mutante clandestina, que le ha llevado a luchar contra los casos restantes de explotación mutante por parte de los humanos y salvar a aquellos que todavía son perseguidos.

“El personaje es más ‘Raven’ que ‘Mystique’ en esta historia, porque no puede ser su auténtico yo mutante en un mundo en el que todavía siente que no es tan amigable con los mutantes como aparenta”, comenta la ganadora del Oscar Jennifer Lawrence, quien interpretó por primera vez el papel en X-MEN: FIRST CLASS y después lo repitió en DAYS OF FUTURE PAST. “Esa es la razón por la cual ha sido Raven desde los eventos en los filmes previos, para que nadie sepa que ella es ese mutante. Cuando la conocemos en esta película ha llevado una vida encubierta como Raven”.

La misión de Raven de ayudar a mutantes donde pueda culmina en su rol como líder de los X-Men en una batalla masiva contra Apocalipsis. Pero primero se reúne con dos hombres muy cercanos a ella, y con quienes comparte una historia compleja y evolutiva: Charles Xavier (también conocido como Profesor X) y Erik Lensherr (Magneto). Raven y Charles tienen una larga historia juntos y formaron parte del equipo original de los X-Men. En los años subsiguientes se distanciaron, separados tanto por la distancia como por sus filosofías de vida.

Cuando conocemos a Charles en X-MEN: APOCALIPSIS, lo vemos de nueva cuenta dedicado a construir su escuela para niños dotados; un refugio seguro para mutantes que están aprendiendo a controlar sus poderes.
Dentro del contexto del universo de Marvel, Kinberg ve la escuela de Xavier como una idea radical. “Es un tipo que toma a un grupo de chicos, los entrena en una ‘Sala de peligro’ en su sótano, con disfraces, y va alrededor del mundo impidiendo el mal y la injusticia. En vez de alejarnos de esa idea, queríamos explorar y aceptar cuán radical son los X-Men”, explica.
El mayor don de Xavier, un telépata poderoso, dice James McAvoy, quien repite el papel, es “su empatía y habilidad para enseñar. Los eventos del último filme lo dejaron esperanzado y con una mayor responsabilidad”. El optimismo y esperanza de Xavier en 1983 representa un giro de 180 grados a la figura fracturada de DAYS OF FUTURE PAST. “Está rodeado de estudiantes jóvenes y brillantes, y ahora es capaz de ver más allá del prejuicio, miedo y odio que persisten en el mundo”, comenta McAvoy. Pero su línea de pensamiento sufre otra evolución después de que Apocalipsis comienza su reinado de terror y destrucción. “Los peores miedos de Xavier comienzan a surgir y tiene que madurar ante las realidades de un mundo en manos de un mutante malvado”, añade McAvoy. “En ciertas maneras, tiene que volverse más militante —y más como Magneto”. McAvoy se refiere, desde luego, al amigo más cercano y rival más feroz de Xavier, quien cuando nos reencontramos con él en X-MEN: APOCALIPSIS está viviendo en paz finalmente. Al haber fallado en su intento por asesinar al presidente de los EE UU al final de DAYS OF FUTURE PAST, Magneto ha desparecido, por lo que su silencio y ausencia han beneficiado el progreso de la integración mutante en la sociedad.
Poco más de una década después, “ya ha dejado atrás su capa y sus malos modos”, dice el actor nominado recientemente al Oscar Michael Fassbender, quien de nueva cuenta interpreta el papel del poderoso mutante. Magneto lleva una vida tranquila en un pequeño pueblo de Polonia. Tiene una esposa y una hija pequeña, así como un trabajo en una acerera local. Pero cuando un enfrentamiento con
autoridades locales termina de manera trágica, la vida pacífica de Magneto queda devastada y su corazón roto.
“Magneto ha elegido emular la vida de sus padres, viviendo y trabajando en su tierra natal, Polonia”, comenta Singer. “Pero todo sale terriblemente mal, y queda desolado, por lo que toma un vuelco apocalíptico”.

No comments:

Post a Comment