Por qué quiero ver el Taj Mahal ahora más que nunca


“Guards at the Taj” la nueva obra de La Jolla Playhouse

Que cierra la temporada 2015-2016 y marca el debut del Director Artístico Asociado, Jaime Castañeda. Escrita por el finalista al Premio Pulitzer, Rajiv Joseph (Bengal Tiger at the Baghdad Zoo), “Guards at the Taj” está conformada por dos actores: ManuNarayan en el papel de “Humayun” y Babak Tafti como “Babur.” 

Manu Narayan (left) and Babak Tafti
Siempre he querido ir a la India y visitar el Taj Mahal. Obras como esta, en definitiva, provoca la reflexión y con ello vienen más preguntas y uno se queda con mayor curiosidad.
Vámonos poniendo en contexto:

Shah Jahan, miembro del Impreio Mogol responsable de reinar la parte Norte de la India en su mayoría, desde principios del siglo XVI hasta mediados del siglo XVIII. A su lado siempre estuvo Arjumand Banu Begum, nombrada después de contraer nupcias en 1612, Mumtaz Mahal (“La Elegida del Reino” o “La Joya del Reino”), adorada por el emperador y considerada la favorita de sus tres reinas. En 1631, Mumtaz Mahal murió durante el parto del décimo cuarto hijo de la pareja. Shah Jahan, destrozado, ordenó la construcción de un gran mausoleo a lo largo del río Yamuna. La construcción inició en 1632 y continuó a lo largo de dos décadas. Se dice que el arquitecto fue Ustad Ahmad Lahouri, de ascendencia India y Persa a quien luego se le acreditó el diseño del fuerte rojo de Delhí. La construcción de este mágico mausoleo comprendió el trabajo de más de 20,000 hombres de la India, Persia y Europa con 1,000 elefantes.

Rajiv Joseph nos transporta a esos tiempos cuando aquella maravilla iba a ser revelada. El diseño minimal de
Takeshi Kata, crea la atmósfera adecuada para que el público entre en la historia. Dos guardias vigilan celosos al frente. Tienen prohibido voltear, no pueden contemplar la belleza que se encuentra a unos cuantos pasos atrás. Humayun  viene de familia de guardias. Le tiene terror a su padre y sigue las reglas al pie de la letra. De igual manera, le tiene un amor singular a las aves y... a la vida. Su compañero de vigilancia Babur, es otra historia. Siempre llega tarde, no sigue las reglas y es tremendamente curioso. Demasiado curioso. Se podría decir que ambas personalidades conforman un equilibrio... hasta que llega una difícil y dolorosa orden para ambos. Deberán cortar las manos de 10,000 de los trabajadores encargados de erigir el Taj Mahal. La razón: querer contemplar el edificio. ¡Un insulto! y por ello, deben pagar. Babur confundido, sigue la perturbadora tarea acompañado de Humayun.    

Manu Narayan (left) and Babak Tafti in La Jolla Playhouse’s production of GUARDS AT THE TAJ, by Rajiv Joseph.
En medio de un mar de sangre, vemos canastas llenas de manos y los dos guardias cuasi catatónicos.
Humayun ha perdido temporalmente la vista de la impresión y Babur, no puede soltar su espada. El estado es de negación. ¿Cómo puede alguien ordenar algo tan atroz? ¿Cómo iban a seguir aquella orden? ¿Cómo fue que la cumplieron?
Humayun termina de limpiar aquel rojo entorno y se encuentra a la espera de otro cometido. Esto es, al son de los planes de Babur, quien ha decidido matar al emperador y gritarlo a los mil vientos. Su amigo trata de calmar la verborrea y lo arresta con el fin de protegerlo. Al cabo que, un arresto por blasfemia equivale a tres días de cárcel. Humayun no consideró las órdenes del alto mando que acompañarán el encarcelamiento: cortarle las manos a Babur.                                                                                                                    Como un hombre de convicción y en respeto a la ley, Humayun acata la orden, dejándole saber a su amigo que él no es débil y debe obedecer. 
Nos dejan entonces con una escena vieja, un recuerdo tal vez o un sueño en el cual están los dos amigos disfrutando del entorno. Mostrando quien es en realidad el débil.

Cuenta la leyenda que el emperador si dio la orden para que le cortaran las manos a los trabajadores para que no pudieran construir otra maravilla nunca más. Hay varias versiones, pero no hay datos que comprueben que esto si pasó.
La obra transcurre lenta en veces. Aunque es en un acto, hay cuatro pausas marcadas en las que cambian de vestuario y escenografía. Al principio de la trama ambos actores mal enunciaron sus diálogos. Alomejor por ser el estreno, hubo un poco de nervios. Aun así, recomiendo esta obra. Vale la pena verla. Pues provoca la reflexión y las preguntas. No solo de la historia...



El equipo creativo de Guards también está conformado por: Sue Makkoo, diseño de vestuario; Thomas Ontiveros, diseño de iluminación; Cricket Myers (Playhouse’s Sideways, The Nightingale), diseño de sonido; y Gabriel Greene, dramaturgia.

Guards at the Taj se encuentra actualmente en cartelera en el Sheila and Hughes Potiker Theatre hasta el 28 de febrero. Boletos a la venta en LaJollaPlayhouse.org o llamando al (858) 550-1010


Babak Tafti (front) and Manu Narayan
Para los fans de Twitter:

Twitter de Manu Narayan: @manu_narayan

Twitter de: Rajiv Joseph  @RajivAJoseph

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2 comments:

  1. Por situaciones como estas, yo sigo resistiendome a conocer la India. Aunque en aquel contexto pudiera entenderse el abuso de poder, sigue siendo abuso y no han cambido mucho las cosas en la India. Si una gran obra arquitectónica como esa, implica semejante crueldad e injusticia, prefiero pasar.

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  2. Y esa es la maravilla de las artes/artes escénicas.

    Tocar fibras y promover el diálogo, las reacciones.

    Gracias por comentar :)

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